La isla Topacio era una hermosa vista, la forma de luna creciente, los faros, las montañas cubiertas de vegetación y el aroma salado en el aire, era un destino que muchas personas tenían en mente al planear sus vacaciones por la gran cantidad de playas y la extensa construcción que rodeaba la isla hasta llegar al mirador. Más de una vez Renata pensó en lo agradable que sería hacer un pequeño viaje a la isla Topacio, pero jamás imaginó que la primera vez que la miraría, sería desde el interior de un barco de ataque del imperio de Krita. Sebastián Le Mar vomitó – ¿qué estás esperando?, tráeme algo para tomarme el medicamento para el mareo. Sin otra opción Renata caminó hacia el camarote para buscar una botella de agua y se topó con varios soldados, no pudo saber lo que estaban diciendo o

