La tela era fresca, perfecta para el clima y muy ligera, el abanico adornado con plumas, el sombrero inclinado con un tocado de flores y perlas, el maquillaje era ligero, el cabello ondulado y los zapatos con una flor en la punta. Pero lo más importante.
Se veía delgada.
Su hermana Max cumplía un año, tres meses después su hijo cumplía años y en el intermedio estaba la boda del príncipe y para todos esos eventos Liluina recuperó su talla, estaba lista para lucir vestidos hermosos y regresar a la vida social – ¿qué te parece?, ¿me veo muy linda?
Gilbert la veía girando y se notaba mucho más emocionado por los colores y el movimiento de la tela, pero a los ojos de Liluina, su hijo solo la miraba a ella.
– ¡Ah!, a veces siento tanta pena, crecerás viendo lo hermosa que es tu madre y no po
