Ese día, Xander tuvo que salir muy temprano para una junta importante en las afueras de la ciudad. No le gustaba mucho la idea de salir tan lejos, pero había vuelto y no podía simplemente desaparecer de nuevo, sus negocios debían ser supervisados y él debía seguir adelante. Era más fácil decirlo que hacerlo, pero al menos debía intentarlo. Los ataques hacia la empresa habían tenido una larga pausa que realmente agradecía, no podía lidiar con varias cosas a la vez, sentía que su cabeza iba a estallar. —El señor Ruiz lo verá en un momento, señor Stone —le informó una mujer, que se presentó como la asistente. Eso le hizo recordar a Christine y no pudo evitar hacer una mueca. Pensar en ella todavía le provocaba una punzada en su pecho, sentía que no podía liberarse de aquella sensación