La sonrisa en el rostro de Xander nadie podía borrarla, se sentía demasiado feliz. Aquel día, Christine saldría de la clínica junto con sus hijos, después de estar tres días hospitalizados el médico le había dado de alta, ya que los tres estaban en perfecto estado. Xander solo se había despegado de ella cuando tenía que ir a casa a bañarse y porque era obligatorio, pero después de eso pasaba todo el día con ella y los bebés. Decidió pedirle a Charles que localizara a su abuelo, para luego encargarse de ese asunto de su madre. Por ahora quería disfrutar de su familia. Se había vuelto más sobreprotector que nunca, aquel instinto protector había florecido aún más al tener sus hijos en brazos. Tomó la decisión de llamar a su chófer, ya que no le apetecía conducir, prefería ir con Christin