Paso mis manos por mi vestido, es turquesa, cortó, hasta la mitad del muslo, suelto y de tela muy fina, realmente delgada, el aire que entra por la ventana me estremece, la cierro tomando mi chaqueta larga, es blanca, incluso más larga que mi vestido, mis tacones son corridos los adornan unas cintas plateadas entre doradas oscuro.
Tomo mi cartera y celular, camino hacia la sala donde todos me esperan con una expresión impasible, ayer comprobaron mi historia con evidencia manipulada por mi pero no tienen como desmentirme, están con un humor terrible por su fenómeno perdido, yo sólo imploro porque Anrel este bien.
--- ¿Ya has guardado una muda de ropa? --- pregunta Yael.
--- listo --- respondo sin darle mucha atención.
Aún pienso en ayer, en Anrel.
Su figura no se borra de mi mente, muc
