—Ah, te presento a mi novio.—dije, mirando entre Roscoe y Dan.—, Dan, el es Roscoe; Roscoe, el es Dan. —Mucho gusto, señor—respondio la dulzura nerviosa de mi novio. —Quisiera decir lo mismo, pero seria hipocrita.—dijo un serio Dante, lo mire mal. —¿Quieres decirnos las noticias?—zanje el momento tenso. —Claro, ¿Delante de el?—inquirio. —¿Por que no?—contraataque—, Es mi novio y ha estado conmigo en todo momento, incluso cuando me diagnosticaron. —Bien, mi pequeña, el tumor ha migrado.—comienza, frunzo mi entrecejo sin comprender, ¿Migro? ¿Que es eso?—, Lo que quiere decir que se ha mudado, ya no esta en tu pulmon, ya podemos operarte y extraerlo, mejoraras mi niña, ya no mas sufrimiento. —¡Eso es maravilloso!—exclamo rosquilla, yo seguia inedita, estupefacta y sin poder creerlo.