Desperté sintiendo mi cuerpo pesado, no podía mover mi brazo derecho, luego de quedarme quieta unos segundos, lo sentí otra vez, lo moví para desperazarlo. Me puse de pie y sentí como mi mente se nublaba y todo daba vueltas, me senté y mantuve el equilibrio. Después de estabilizarme me colé al baño y me duché, me sorprendo al notar pequeños hematomas en mis brazos y piernas, luego me percato de que se deben a las quimioterapias. Desenredo mi cabello y mechones caen como cataratas. Lo que me temía sucedió, estoy perdiendo mi cabello más rápido de lo que creí, ya son grandes pedazos de cabello faltante que se perciben en mi cabeza. ¿Me lucirá la calva? Esperó que si. Reí de mi propio pensamiento porque como dicen por ahí, reir para no llorar...
Mi teléfono celular sonó y salí de la ducha en
