El hospital olía a muchos fármacos, alcohol etílico y sangre. Alberto llevó a Sam hasta la recepción, donde preguntaron por “el señor Achebe”, ya que el chico aún no conocía el nombre del padre de Katlyn, salvó por su apellido, que suponía era el mismo que el de su hija. Una recepcionista les dijo que en efecto, el hombre había sido ingresado, cuando preguntaron por su estado de salud, escuchó las teclas de un computador, hubo un breve silencio y el sonido de alguien que mascaba chicle le provocó irritación. — Su estado sigue siendo delicado, ¿son sus familiares? — La recepcionista lo dijo con un tono de evidente regaño, prácticamente Sam podía leerle el pensamiento, “porque si no lo son temó que deberán retirarse” — Su hija es mi novia. — Tajó de pronto y pudo sentir que Alberto se con