Isaac.
Miro a Zoé correr como una pequeña por toda la joyería, siento algo en mi pecho que nunca antes había experimentado. Pagué por tener la joyería solo para nosotros por un día, aunque sé que solo estaremos algunas horas.
Zoé elige varios y se los prueba, hasta que después de dos horas elige el que le gusta. Ella está tan feliz.
Pago el anillo y salimos de la tienda, ella se lo muestra a sus padres una y otra vez. Rafael me mira mientras asiente, sé que esta feliz por su hija.
—Gracias, Isaac. Nunca la había visto así de feliz.
—Ella se merece todo en este mundo, yo soy muy poco para ella, pero sé que puedo hacerla feliz y tratar de remediar el daño que le hice.
Subimos al auto, ahora soy yo el que conduce, tengo una sorpresa para todos, solamente espero que les gusté, lo hice ay
