Samara Era bastante agradable saber que Aryeh no estaba molesto conmigo, cualquiera en su lugar me hubiera pateado fuera de su fiesta, pero él en cambio, decidió dejar todo y venir conmigo a caminar un rato. No lograba superar aún el terrible momento bochornoso, pero al menos, ahora me sentía un poco más relajada. —¡Oh no! Acabo de recordar que me olvide de entregarte tu regalo. Toda esta situación me hizo olvidarlo totalmente. —pateé una piedra. ¿Cómo pude olvidarlo? Pase un día buscando el regalo para ambos. —Ya lo veré luego, no te preocupes. Ahora cuéntame que es. —sabía que me pedía esto para que me distraiga y no piense en mi mal momento. —Una campera. Estaba decidida a conseguirles a ti y a Gael lo mismo, pero a él le compre un perfume y cuando iba a comprarte uno a ti, r