Laurie Desperté con el incesante golpeteo en la puerta. Si tuviera que adivinar, la persona del otro lado sería capaz de tirarla abajo si no abría pronto. Soltando un par de maldiciones alejé las mantas de mi y me puse de pie. Más vale que sea importante, de lo contrario, no sería agradable. Anoche no había dormido muy bien, la visita de mis tíos lo único que provoco es que mis nervios llegaran a un punto del cual era difícil regresar. No sabía si podrías convencerlos de no decirles nada a mis padres y eso era una mierda. Encima tenía que hablar con Beau, pero cada vez que trataba de hacerlo, él simplemente cambiaba de tema o terminaba besándome y solo eso bastaba para que no le dijera nada. Era una cobarde, pero tenía miedo de que no me aceptará. Tenia sueños, donde le confesaba t