Desperté por culpa de la luz solar que entraba y me daba justo en los ojos. No daba más del dolor de cabeza y en cualquier momento salía corriendo al baño, ya que tenía el estómago completamente revuelto. A duras penas miré el reloj que estaba colgado en la pared. Eran más de las cuatro de la tarde. Salté de la cama y fui a bañarme. Me encontraba en ropa interior, lo que significaba que alguien me desnudó para mandarme a dormir. No recordaba nada de la noche anterior, solo flashes. Mientras me duchaba mi mente se iba despejando y cada vez podía acordarme de más cosas. Riendo con Ana, tomando, mirando a Matías besarse con una chica… y Damián trayéndome a casa. Y las imágenes se agolparon en mi cerebro como por arte de magia. Tuve que sentarme en el inodoro para no perder el equilibrio.