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Klaus.
Las palabras de Kenai me asombran demasiado, apenas puedo creer que siendo tan pequeño los dioses le hayan dado el color.
—¿Estás seguro de lo que dices?
—Sí, ayer por la mañana, estaba jugando cerca del cenote, y entonces todo a mi alrededor cambió de color. No había nadie conmigo, pero no tuve miedo, el abuelo ya me había contado como fue que te sucedió a ti. Así que no me dio miedo.
—¿Por qué no le dijiste a tus padres?
—Adahy me contó sobre Kalik, como lo rechazaron por ser diferente, yo no quería que me rechazara mi familia por haber obtenido el color siendo tan pequeño, tenia miedo de que me vieran extraño.
—¿Y por qué me lo dijiste a mi?
—Por qué se que tú nunca me rechazarías tío Klaus, por que cuando yo sea grande, seré como tú, un alfa.
—¿Y
