1 semana después Alex Decksheimer Miré repetidas veces la revista que sostenía en mis manos leyendo por encima lo que se decía de la mujer que se fugó hace unos años, algo se incrustaba en mi tórax cada que la veía, estaba más hermosa que nunca, su cuerpo había cambiado, lo conocía demasiado bien para no notarlo, sus caderas lucían más anchas, al igual que sus senos estaban más crecidos y en sus ojos podía notar un pequeño brillo por mucho que se esforzara disfrazándolo en esa frialdad. Era como si algo hubiese cambiado en ella, «¿estará con alguien más?» la sola idea me molestaba sin saber por qué. Alguien llamó a mi puerta, me apresuré a guardar la revista en uno de los cajones de mi oficina y pronunciar un “adelante” que le dio paso a Tamara que traía dos percheros con dificultad.