Lili Salí de la sala cuando estuve cansada de escuchar las alegaciones sobre el destino de mi hijo, no importaba nada de ello pero lo defendería hasta la última gota de mi ser. Lo que padre me dejó era tan mío como suyo y sin importar quien fuese el padre Liam seguía siendo mi hijo, la sangre de los Bennet corría por sus venas. —¿Qué tal ha ido? —me preguntó Elijah quien se encontraba sentado en una tumbona mientras mi hijo comía frente a él. —Mal, el tío Bernard es muy complicado y no lo aceptará —me senté al lado de mi pequeño acariciando su cabello y planeando un beso en su cabecita. —Le costará digerirlo pero se le pasará —hizo ademán con su mano recibiendo la cerveza que le tendió una de las jóvenes de servicio. —Eso espero, no me gustaría estar en un constante pleito con mi f