[CIAN] Al parecer, mis palabras han surgido efecto porque ahora estamos los dos sentados en uno de los sillones que hay en el exterior del yate mientras tomamos una copa de champaña y comemos chocolates. Sin embargo, esto no es lo que más me sorprende, sino el hecho de que ella me dejara pasar mi brazo por encima de sus hombros y que se acomodara sobre mi pecho. Escucho la manera que respira y pareciera ser que intenta controlar sus nervios —¿Estás bien?— Me atrevo a cuestionarle y ella tan solo asiente. —Si— Responde en un susurro que se escucha lleno de dudas. —Sabes que no te creo, ¿no?— Le respondo en un tono divertido y sonríe. —Solo pensaba en esto— Dice finalmente y por supuesto que obtiene toda mi atención. —¿En esto?— Cuestiono señalándolos y asiente —¿Qué es lo que penaba