AXEL 4:07 a.m. Domingo - Noviembre Me puse el pantalón de pijama, la tela de franela cayó sobre mi piel. Me recosté en la cama, con las piernas hacía la puerta. Apoyé los brazos en mi cabeza y me quedé mirando el techo. La puerta de mi habitación chirrió un poco, una silueta masculina hizo presencia. Daba grandes zancadas hasta detenerse delante de mí. - Maldito imbécil. - Gruñó -. ¿Dónde carajos has estado? Tu madre ha estado preocupada y no te has dignado a llamar. Me senté al borde de la cama. - Se me ha hecho tarde. No quería molestarla, mucho menos preocuparla, de haber sabido lo habría hecho. - Él levantó la mano. - Eres un maldito inútil. Tienes poco respeto por tu madre y está casa. Eres un maldito pedazo de mierda, igual que tu padre. Las manos me temblaban. Los músculos d