BECCA
Tengo de los pies hasta los tobillos llenos de lodo, el agua de lluvia me salpica el rostro de tal forma que me empieza a enfriar las mejillas. La casa de Axel casa oscura, sola, fría, por un momento creo que no está aquí, pero veo el Corvette n***o de su padre estacionado en el pórtico de la entrada.
Sin esperar a llamar la puerta, entró.
Hay un silencio extenso, que va desde la entrada hasta el resto de la casa. A tientas, apoyo mi mano derecha en la pared y me guio de ella hasta llegar a las escaleras, subo cada peldaño con mutuo silencio creciendo. Entonces me cuestionó por qué estoy aquí. Tal vez Axel realmente estaba cansado, y no me quiso sacar de ahí, tal vez no se sentía cómodo entre tanta gente. Pero entonces me recuerdo que es Axel, y que él disfruta estar rodeado de ge
