AXEL 05:45 p.m. domingo - marzo Llevo un arsenal de comida como si fuésemos a la guerra por más de un año y nuestra vida dependiese de cargar con esto a casa de Becca. Supongo que en esto pude despilfarrar cientos de dólares y todo por ver su carita iluminada con esas mejillas pecosas sonrojadas y su bonita boquita carmesí en una sonrisa. Vamos a la playa. Pero me ha pedido que llegue a casa antes, quería darse una ducha después del trabajo en la cafetería. A mí me encanta cómo huele ella después del trabajo, café, chocolate, pan tostado, queso derretido. Y sus mejillas tan rojas de todo el calor que se produce ahí. - ¡Hola! ¡Estoy aquí, Becca! - Cierro la puerta detrás de mí -. ¡Amada mía, tengo todo lo que necesitamos para la playa! - Me río entre dientes antes de entrar a la sala -.