Eyleen
De camino nadie dice absolutamente nada, esperaba que damian dijera algo pero definitivamente eso no va a suceder. Soy muy ilusa al pensar eso.
Yo me dedico a mirar por la ventana del auto y pensé que en algún momento me iban a vendar los ojos pero eso no sucedió como es como si no les importara que yo supiera la ubicación de su casa que aunque para ser exacto no tengo ni idea donde estoy.
Damian va sentado en lado mío pero es como si no estuviera ahí.
Porque obviamente va con la mirada perdida y no dice nada en ningún momento.
Después de dos horas de ir en el auto por fin veo que nos acercamos a la ciudad, por fin siento que ya estoy llegando a mi casa.
Cuando el auto se detiene afuera de mi edificio lo único que hago es bajarme del auto y ni siquiera miro a Damian.
— hasta nunca - es lo único que digo
— nunca digas nunca. - es lo único que dice.
Después de eso yo no tengo nada más que decir, realmente no tengo ningún tipo de comentario hacia él.
Subo a mi apartamento y lo único que hago es ponerle seguro a la puerta y a recostarme a la puerta y cerrar los ojos y suspirar.
No sé en qué momento mi vida hizo un giro tan grande. Pero lo cierto es que no quiero darlo nunca mas.
Reviso mi pequeño Bolso y veo todo el dinero que tengo en él, es muchísimo dinero pero no me siento bien teniéndolo aunque lo necesito muchísimo.
Sé muy bien que tengo que hacer todo esto por el bienestar mío y de muchas personas a mi alrededor, sé que mis padres tienen todas sus esperanzas puestas en mí y que esperan que yo me convierta en una gran doctora pero si sigo haciendo lo que estoy haciendo voy a terminar muerta y sé que eso sí sería un completamente golpe bajo para ellos y eso es lo que yo menos quiero que ellos tengan.
Cuento todo el dinero y tengo $15,000 nunca había tenido tanto dinero en mis manos, este dinero va a ir para mis estudios otra parte va para pagar dos meses de renta y llenar la despensa de comida, mandarle dinero a mis padres comprarme algo de maquillaje, y comprar un pequeño sofá porque definitivamente el que tengo está completamente destrozado.
Voy a mi habitación y me doy un baño con agua caliente para relajarme y tratar de dormir.
Siento que voy por muy buen camino para convertirme en una gran doctora, siempre querido salvar vidas y ahora lo estoy haciendo, aunque ni yo misma me lo creo pero si lo estoy haciendo. Hace unas horas salve la vida de más de 10 hombres y eso es algo increíble para una persona de estudios de medicina que ni siquiera se ha graduado, pero a la misma vez es un hilo entre el bien y el mal porque quizás puedo hacer las cosas mal y eso significaría la muerte de una persona, cuando yo no estoy preparada para salvarle la vida a alguien, uno de mis profesores en algún momento dijo de qué uno tiene que separar el corazón del cerebro, pero eso es algo que yo creo que no voy a poder hacer porque cada vez que estoy atendiendo a una persona cada vez que estoy ayudando a la persona cada vez que estoy curando una persona pongo no sólo mi cerebro sino mi corazón y mi alma para salvarle la vida esa persona, siempre le pido a Dios que me guíe para que pueda hacer las cosas de la mejor manera posible, asimismo también mi profesor dijo de qué en algún momento íbamos a tener que lidiar con la pérdida de un paciente, con la pérdida de una vida de una persona que estemos atendiendo pero yo no creo que yo sea capaz de hacer eso, siento que no estoy lista para algo así, yo quiero ser el tipo de persona que siempre pueda salvar a sus pacientes sin importar absolutamente nada.
Hace unas horas cuando estaba salvando la vida de ese hombre, del hermano de Damian lo que tenía en la cabeza no era el hecho de qué yo podría morir si no le llegara a salvar la vida a él, si no del como yo voy a lidiar conmigo misma sabiendo de qué por culpa mía una persona acaba de perder la vida.
Son dos cosas completamente diferente y yo sé qué aunque no está relacionada conmigo directamente son cosas qué siento que no puedo lidiar con ellas,.
Mi deseo de convertirme en Dra fue Los sueños frustrados de una niña de 10 años que no puedo salvar a su hermano, porque esa era mi realidad, esa fue mi realidad y todavía es mi realidad.
Le prometí a mí misma que iba a salir de la pobreza iba sacar a mis padres de la pobreza y me iba a convertir en una gran doctora para que nunca nadie más se me murieron los brazos como hizo mi hermano.
Es la realidad porque yo decidí estudiar medicina y ayer cuando estaba atendiendo a todos esos hombres heridos lo primero que venía en mi cabeza era mi hermano, que no podría ser capaz de salvar a esos hombres así como no fui capaz de salvar a mi hermano.
Me ha tocado lidiar con ese demonio constantemente en mi cabeza y aquí estoy dándola toda. Porque se que puedo y tengo que hacerlo.
Trato de sacar todo eso de mi cabeza pero siento que todo lo que he vivido en estas horas ha sido demasiado hoy que necesito tiempo para poder procesar todo lo que ha pasado pero mi cerebro mi cuerpo está tan colapsado que sólo lo que necesito es dormir para mañana retomar todo con fuerza y hacer como si este episodio oscuro de mi vida no hubiera sucedido.
Me acuesto a dormir y cuando me levanto me doy cuenta que dormido más de 13 horas.
Me doy otro baño , Me pongo unos Jeans y una camisa normal y unos tenis tomo uno bolso y guardo mis libros y todas mis cosas de la universidad. Guardo el dinero también.
Abro la nevera y una vez más no tengo nada más que comer, definitivamente hoy si tengo que hacer mercado
Cuándo abro la puerta de mi apartamento me encuentro con una pequeña casa de regalo.
La miro con curiosidad porque no tengo ni idea de quién puedo haberme mandado un regalo
Qué yo sepa hoy no es mi cumpleaños, faltan dos meses para mi cumpleaños así que seguramente no me los mandó mis padres porque sé que ellos no son así, ellos no tienen dinero para estar mandándome regalos, no tengo ni idea de quién me pudo haber mandado esto.
Me debato entre sí abrir la caja o no abrirla por qué me da miedo de saber que hay en ella y quizás no sea un lindo regalo.
A veces soy una persona demasiado psicótica y con todo lo que ha pasado últimamente ya no sé qué pensar.
Respiro profundo y decido que voy a abrir la caja porque yo no tengo porque vivir con miedo ni mucho menos estar asustada cuando yo nunca le hecho nada malo absolutamente a nadie.
Como la caja de mis manos y quito el lazo que tiene arriba abriendo la caja para ver en su interior pero no logro ver bien así qué tengo que abrirla completamente toda y veo un pequeño libro envuelto con un papel seda y se ve demasiado fino y no tengo ni idea de quién puede mandarme un regalo tan finamente empacado, nunca he recibido con un empaque elegante como este.
Tocó el libro con cuidado porque no quiero dañarlo y mucho menos ensuciarlo, reviso una vez más la etiqueta para ver si de pronto se equivocaron y lo dejaron en mi puerta pensando que era para alguien más, pero no.
Dice mi nombre.
Tomo el libro entre mis manos y le quito el empaque y lo que veo me sorprende, es un libro de medicina muy costoso como es un libro de medicina alternativa que yo siempre había querido tener pero definitivamente es un lujo que no me había podido dar o que jamás me hubiera podido comprar yo misma como ahí lo mejor de todo es que es un libro de edición especial es decir qué muy pocas personas en el mundo tienen este libro y es completamente original.
Abro mi boca sorprendida porque no tengo ni idea de quién me puede pudo haber regalado algo así, ninguna de las personas que yo conozco me regalaría algo tan costoso y mucho menos me regalarían algo.
Abrazo el libro con una sonrisa en la cara pero a la misma vez con una intriga de saber quién me mandó este libro, abre su portada y tiene una pequeña dedicatoria.
Espero que el libro sea de su agrado,
gracias por salvar mi vida
ATT: Alexander
Lo primero que pienso es.
¿Quien es Alexander?