Capítulo 7

1772 Palabras
DAMIAN — ¿donde esta la doctora? — no lo se - Me dicen cogiéndose de hombros como sí eso fuera una respuesta. — se suponía que tu ibas a cuidar de ella - le recuerdo enojado. — como usted estaba hablando con ella yo no vi necesario quedarme ahi - dice como si nada - ademas he estado ayudando a otros compañeros. Se está necesitando mucha ayuda aquí. — eres un imbecil, te di una simple tarea y no la pudistes hacer - le digo empujándolo. - Al parecer todo en este maldito lugar todo tengo que hacerlo soy yo, al menos y quiero que las cosas salgan bien. Porque definitivamente ninguno de ustedes sirve para una mierda — señor con todo lo que se ha tenido que hacer aqui - dice encogiéndose como si eso me sirviera para algo. — tenias una tarea y ire vigilar a la doctora, no era que te creyeras el papel de enfermo. - le recuerdo molesto. — ella no debe estar muy lejos, la iré a buscar - dice con vergüenza — por tu bien eso espero porque si no seras tu quien me las va a pagar - afirmo — la ire a buscar - dice y niego. — yo mismo lo hare y más te vale que la encuentre por tu bien. Sigue haciendo lo que sea que estabas haciendo. — de verdad disculpe salgo a buscar a la doctora porque estoy muy seguro que no debe estar muy lejos y no me equivoco cuando la veo camindo por los arrededores y decido que la voy a seguir quieor ver que es lo que esta haciendo . la sigo sin que se de cuenta y se va alejando demasiado cuando veo que hay algunos tipos tomandoo foto y acercandose la tomo por la espalda y tapo su boca, trata de que la suelte — soy yo - le digo en el oido y se queda callada por unos segundos. — ¿que haces aquí?- me pregunta y con pesar debo dejar de tapar su boca. — las preguntas las hago yo. Yo estoy aquí porque esta es mi propiedad y por lo tanto puedo hacer lo que se me de la gana. — ¿porque estan tomando foto? - me pregunta y eso mismo quiero saber yo. ¿Quien mierda los mando? Esa es mi gran pregunta — están espiando, así que camina de manera lenta sin que se den cuenta y regresa a la casa — no - dice sin mirarme y sin despegar la vista de los hombres que siguen tomando fotos. — si te quedas aqui te pueden ver y yo estoy desarmado y esos hombres lo estan - le digo con seriedad y me mira asustada, asiente con la cabeza y suspira De manera lenta vuelve hacia la casa y yo voy detrás de ella siempre alerta de qué no nos estén espiando ni mucho menos nos estén tomando fotos, estoy completamente seguro de qué esos hombres trabajan para mi enemigo y que lo más seguro es que lo haya mandado espiar para ver qué tan débiles estamos o en qué condiciones estamos y eso no es nada bueno, pero eso no se va a quedar así. Cuando llegamos a la casa lo primero que hago es tomar las tres de mis hombres y armarnos hasta los dientes. — No vayas a hacer ninguna locura-y me dice la doctora viéndome fijamente. — No quieras venir a decirme cómo tengo que hacer mi trabajo. — Yo en ningún momento he dicho como tienes que hacer tu trabajo lo único que estoy diciendo es que ya aquí hay muchos heridos, muchas personas debatiéndose entre la vida y la muerte para que simplemente quieras buscar más problemas y traer más heridos. — Te aseguro que yo no soy el malo de la película, pero si es así como me quieres ver ya decisión tuya no pienso hacer absolutamente nada para que eso cambie. — También es decisión tuya si decides no tomar mi consejo, esos hombres que están allá afuera tienen armas y lo más seguro es que no vengan en son de paz. — Limítate hacer tu trabajo y no te metas en lo que nadie te ha llamado Doctorcita. — Púdrete imbécil. La veo girarse irse a la habitación de mi hermano y al menos sé que él va a estar bien cuidado porque tengo que reconocer que está Dra sabe hacer bien su trabajo, aunque me duela reconocerlo gracias a ella mi hermano está con vida o al menos está luchando por sobrevivir y ha salvado muchas vidas de muchos de mis trabajadores, eso si tengo que admitirlo pero por más que yo trato de llevarme bien con ella y de llevar la fiesta en paz pareciera que ella no quisiera que eso sucediera y no entiendo porque, yo siempre creído que soy una persona que es muy fácil hablar con ella pero al parecer con la doctora no logró tener ese Feeling, quizás es porque en el fondo me llama la atención de una manera que nunca ninguna mujer me había llamado la atención, quizás es su rebeldía o su frialdad al mirarme, nunca ninguna mujer me había mirado con tanto desprecio, me molesta que ella sienta que ella superior a mí cuando realmente el único superior aquí soy yo. Yo soy el líder de la mafia rusa, no sólo yo también mi hermano pero igual no soy un don nadie como ella quiere hacerme ver, me molesta que se sienta superior a mí y que no me mire como me miran las demás mujeres, quizás es lesbiana y no le gustan los hombres porque estoy completamente seguro que cualquier mujer estaría rendido a mis pies, y que haría cualquier cosa que yo le pidiera. Porque siempre ha sido así. — Jefe ¿que vamos hacer? - me saca de mis pensamientos uno de mis hombres. — Lo que vamos a hacer es muy simple, vamos a hacer la encerrona. Los vamos a rodear haciendo que no tenga más opción que bajar las armas, escuchen bien no quiero que absolutamente nadie me desobedezcas, hoy no se va a derramar más sangre al menos que la situación se salga de nuestras manos, y si ellos no quieren cooperar entonces así va a ser. Pero el plan se tiene que llevar a cabo de la manera más recta posible, absolutamente nadie va a mover un dedo sin que yo lo ordene, si no es necesario no se va a disparar vuelvo y lo repito porque sé que a veces pareciera que mis órdenes no son muy concretas. — No nos puede pedir que nos quedamos quietos. cuando mucho nuestros hermanos están casi debatiéndose entre la vida y la muerte. — Esta conversación no la voy a tener contigo en este momento, el jefe soy yo y yo soy quien sabe lo que se va a hacer, sé muy bien que quieres venganza, que todos queremos venganza porque en eso también me incluyo yo, no sólo me dieron a mí si lo que mi hermano también se está debatiendo entre la vida y la muerte, y mucho de mis otros hermanos también se están muriendo. Pero es momento de pensar con cabeza fría y no vamos a tomar ninguna decisión con la cabeza caliente, les aseguro que vamos a tener esa venganza, pero en este momento hay que saber hacer las cosas nosotros estamos con los pantalones abajo tenemos el 90% de nuestros hombres casi muerto que no pueden empuñar un arma, así que en este momento lo único que tenemos que hacer es ser conscientes de eso y por lo menos darnos más tiempo a nosotros y a ellos de qué se recuperen así que no se va a hacer una estupidez. ¿Quedó claro? — Si señor. — Si señor. — Siendo así vámonos. Traigo conmigo a 10 de mis hombres y todos están completamente armados y eso me incluyo a mí mismo, cuando llegamos al sitio nos dispersamos de manera silenciosa para que no se den cuenta de qué estamos ahí, son tres de ellos que obviamente están armados de la misma manera que nosotros, así que lo que hacemos es muy simple los rodeamos y cuando doy la señal nos dejamos ver, todos ellos están en la mitad y no saben qué hacer, definitivamente no hubieron venir que nosotros estuviéramos aquí y que estuviera rodeado por 10 de mis hombres. Cuando ellos simplemente son tres. — ¿Que hacen los tres por aquí queridos amigos? — Púdrete. — No es la manera de hablarle a El Rey — Tú no eres mi rey, ni mucho menos nada por el estilo así que jódete Damian. — Te aseguro que en la posición en la que estamos en este momento no sólo soy tu rey sino que también soy tu Dios, porque tu vida está en mis manos-le digo de manera sonriente pero con mucha frialdad. voy a acabar con estos hijos de perra. _ Mi jefe le manda saludos a tu hermano, ¿ya murió? - cuestiono con burla — En eso te equivocas mi hermano está con Vida y esa es la razón por la cual tu jefe aún no ha muerto y eso los incluyo ustedes, pero eso podría cambiar en este preciso momento.- afirmo jugando con ellos. — Si no volvemos mi jefe va a venir por nosotros.- afirma y suelto la risa. — Si No vuelves a tu jefe le importa un comino así que no me vengas con esa mierda, tienes dos opciones y eso los incluye a ustedes dos también, la altanería no lo va a llevar a ningún lado conmigo, yo no le tengo miedo ni a su jefe ni a nadie en este mundo ni en los otros tres que venga, por si no sabes yo no le tengo miedo a la muerte y no hay nada a lo que yo le tengo miedo, al contrario el peligro y matar me da tanta adrenalina que no sabe ni siquiera el nivel de excitación que me dan situaciones así. — Somos tres y también estamos armados-dice uno de ellos apuntándonos en especial y apuntándome a mí. Eso no provoca nada en mi — Nosotros somos 10 te aseguro que con Vida no van a salir de aquí, así que bajen las armas. - le digo una vez más pero no quieren al parecer prefieren que los mande una bolsa a su jefe — No lo vamos a hacer. - dice uno de ellos y sonrió. — Entonces que arda Troya
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