—¿Qué pasa con el vestido? —Lucifer tocó el excesivamente enjoyado vestido de novia Sata'anico.
—Shay'tan no aprueba la moral relajada de sus mujeres híbridas—dijo Ba'al Zebub—. A las crías les va mejor cuando son el producto de un matrimonio apropiado, no a los peculiares arreglos de apareamiento que su padre ha diseñado para hacer que su gente sea leal a él en lugar de a los demás.
Zepar se metió entre ellos.
—¡No dijo nada sobre matrimonio!
—Nuestro benevolente Emperador se la está regalando formalmente para que sea su esposa —dijo Baal Zebub altivamente—, de la misma manera en que me regaló mis treinta y dos esposas.
—¡No! —Zepar estalló—. ¡Hashem lo prohíbe!
—Ahh —balbuceó Ba'al Zebub tan agradablemente que fue casi un ronroneo—. Pero esa es la condición que Shay'tan ha puesto a
