(Narra Annie Rowan)
―Hola, cariño.― Dijo Melissa. Yo no le conteste, solo la mire con repulsión.― ¿Sabes? Dije que me vengaría de ti. Así que hoy cuando te vi hablando con tu amigo el mudo me enteré de algo grande.
―¿¡De que hablas!?― Le grite asustada.
―Pues bueno... No son los únicos que hablan en lenguaje de señas. Yo lo aprendí solo para fastidiarte, así sabría que tanto le decías al mudo.
No sabía qué hacer. Melissa se había enterado de todo y seguro que había hablado ya. Tenía que advertir a Dante. Me prepare para correr y buscarlo. Pero Melissa me detuvo.
― ¡Aguarda! Mira hacia allá. ― Y señaló en dirección a mi casa.― ¿Ves esa colina de humo? Adolph me ordenó hacer algo grande contigo, y como no vi la camioneta de tus abuelos dije. ¿Por qué no quemar su casa y dejarla en la ca
