(Narra Annie Rowan) ¿Gustarme más que un amigo? Hacía ya un tiempo que su presencia me hacía sentir "extraña". Estar solos me ponía los nervios de punta, sentirlo tan cerca agitaba mi corazón y a veces, mis emociones variaban de acuerdo a él. Si estaba a su lado me sentía a salvo y si él me sonreía me inundaba una alegría extraña. ―Y-yo...― Dije casi sin voz. ―Está bien, está bien. No hace falta que me contestes.― Me interrumpió. Apartó su rostro de mí y sonrío levemente.― Ya se la respuesta. ―¿¡La sabes!? ―Por supuesto. Tú eras fácil de leer. Eres un libro que solo yo puedo comprender.―Soltó lleno de seguridad. Estaba atemorizada, ¿acaso él lo sabía? ¿Sabía lo que sentía? No, seguro que no. ―Ah ¿sí? Entonces dime ¿Qué siento por ti?― Pedí amablemente. ― Pues te gusto, pero no tien