Llegamos al restaurante y de inmediato un mesero nos guía por el lugar hasta una sala privado en la que ya nos espera Joss. Al verlo pienso en que su aura de seguridad e ponencia, fue heredada por su hija. Si buen Raina no se parece a él físicamente, es como una versión femenina de todo aquello que siempre lo ha hecho destacar, algo que compruebo al verlo a los ojos. si bien no son del mismo color, porque los del hombre son de un azul índigo y los de su hija son de un tono gris tormenta, la mirada es la misma. - ¿Cómo estas Karl? – pregunta el hombre extendiendo su mano estrechando las nuestras – tiempo sin verte muchacho. - Un gusto verlo señor – respondo antes de indicarnos sentarnos. - Supongo que alguno de mis hijos ya fue a verte – me habla directamente h