Observo una vez más a la hermosa niña que se encuentra a mí con un libro en las manos mientras atravesamos la ciudad. Klaus no quiso que condujera, por lo que el chofer de los Winter nos lleva a mi oficina sorprendiéndome de lo mucho que disfruto de su compañía. - ¿puedo elegir tu vestido de novia? – habla apartando de su libro cerrándolo dándome toda su atención. Sonrió sinceramente viendo sus ojos tan iguales a los de su padre. - Me quitarías un gran peso de encima – respondo haciendo que frunza el ceño. - ¿no quieres casarte con mi padre? – pregunta notando que mi respuesta no fue su agrado. – porque mi padre es un buen partido… - No quise que sonara de esa forma – digo tomando su mano sintiendo un cosquilleo en la miel – es solo que tengo muchisi