Cojo su mano mientras paseamos cerca del puerto, por la zona comercial y él para en un restaurante. — ¿Comemos aquí? El restaurante es lujoso y mi bolsillo está tiritando. Soy una periodista en un periódico local que ha tenido que comprarse una Vespa. — No sé si puedo permitirme… —lo miro. — No estoy interesado en tu economía —pone una mano en mi espalda y me guía hacia una de las mesas que están vacía. Hoy es un día entre semana así que, no hay mucha gente a pesar de ser verano. Los turistas tienen otros lugares de interés como el Palacio de Los Normandos o la Catedral. El camarero se acerca, vestido con una camisa blanca y pajarita y miro a Dominic cuando este pide de beber vino blanco. No me pregunta, y paso la lengua por mis labios, mirándolo. — No me has preguntado qué querí