Me incorporo de sopetón en la cama y tanteo por la mano hasta encontrar el bate de béisbol. Pongo mis manos alrededor de él y lo aprieto con fuerza mientras mi corazón late contra mi pecho de manera descontrolada. Enciendo la luz de la lámpara que tengo en la mesita de noche y me destapo. Me bajo de la cama y levanto el bate de béisbol para golpear lo que sea que haya en casa. Voy cojeando y me asomo al pasillo. Me siento un poco mareada porque estoy en tensión. Tengo miedo. Unos golpes vuelven a escucharse y siento algo rozar mis piernas. Grito y salto hacia atrás al borde de un infarto mientras miro hacia abajo para ver a Lucinda. Me encojo contra la pared cuando escucho un estruendo y jadeo cuando veo la puerta de entrada volar. Un chico entra y empiezo a temblar. Dominic me mira preo