43

1836 Palabras

10 de febrero, 2018 Sin hacer mucho ruido, me deshago del brazo de Kevin y me levanto. Son las tres de la madrugada, tengo sueño, pero tengo que ir a casa a prepararle la torta o no va a quedar lista para esta noche. Lo observo unos instantes mientras me pongo la ropa y antes de salir de la habitación. Lo veo durmiendo tan plácidamente que me dan ganas de acariciarlo, pero eso lo despertaría. Se ve que estaba cansado, después de tanta movida durante el día, se durmió al instante en que apoyó la cabeza en la almohada. No puedo dejar de mirarlo, es tan hermoso. Con un suspiro, salgo de la pieza en puntita de pie y llego a la sala principal. La tele todavía está prendida y los pochoclos desparramados por el piso. Sonrío, porque este mismo desastre nos llevó a la cama. Y eso que lo habíamo

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR