[EMELY]
Una vez más, Cruz me sorprende con el hermoso pent-house en el que nos quedaremos. La vista desde lo alto de este edificio es maravillosa, ya que la ciudad puede verse en todo su esplendor. Por si esto fuera poco, la preciosa bañera en este amplio baño está ubicada frente al gran cristal, y para nuestro propio bien, nadie puede vernos desde ningún otro edificio. Estar entre sus piernas y sentirlo así es una tentación divina.
—¿En qué piensas? —me pregunta cuando con sus manos echa un poco más de agua caliente en mi cuerpo.
—No puedo pensar mucho ahora, y es que sentir tu cuerpo así rozándome me vuelve loca —admito.
Sus labios besan mis hombros y sus manos me acarician suavemente comenzando por mi cintura y subiendo lentamente hasta mis pechos.
—Yo tampoco puedo pensar mucho ah
