[CRUZ]
Al día siguiente: 24 de agosto
Abro los ojos adaptándome a la luz del sol que se cuela por los cristales de este inmenso departamento, y la veo a ella abrazada a mí. Se ve preciosa con su cabello suelto cayendo por su espalda y ese rostro de muñeca que puede derretir a cualquiera. Me gustaría que lo nuestro fuera como lo de cualquier pareja normal, pero sé muy bien que no es así.
Últimamente he estado contemplando la idea de enfrentar a nuestro padre y explicarle lo que Mel y yo sentimos, pero ¿Cómo podría hacerlo con su estado de salud? No dejo de pensar en que, si lo hiciera y algo le pasara, yo no podría perdonarme a mí mismo. No quiero que lo que tenemos Mel y yo dañe a los demás, pero tampoco puedo renunciar a ella.
—Tengo hambre —escucho de repente su voz y sonrió.
La mi
