“Si realmente quieres que lo que paso aquella noche siga siendo un secreto, debes dejar a tu marido”. Leo esas primeras palabras y siento que el mundo se cae encima de mí. Miro la fecha del correo y me percato de que la fecha es de un día antes de que me pidiera el divorcio. «¿Entonces ha sido por esto y no por lo del bebé que me has pedido el divorcio?» me cuestiono y me convenzo de seguir averiguando todo lo que se esconde entre todos estos archivos. Abro la siguiente carpeta y me quedo helado al ver las fotografías que hay de ella en aquella cama. «¿Qué te hicieron amor mío?» me cuestiono al ver las botellas de alcohol que rodean aquella cama y a ella inconsciente, y completamente desnuda. Como si esa imagen no fuese lo suficientemente fuerte y asquerosa, las siguientes son peores.