Manteniendo al margen mis confusiones y las confesiones, centro la poca atención en los documentos a revisar para terminar lo antes posible y poder buscar algo decente para la fiesta de esta noche después del almuerzo.
¡Oh cierto! ¡Almuerzo! ¡Almuerzo! ¡Almuerzo!
Utilizaría ese momento para comunicarle a Sebastián mis planes para la noche, sin explicarle a detalle el motivo importante para asistir. Gran reto, si él poco entiende de razones menos entenderá si lo considera un capricho.
— Alex ¿Estás lista? –levanto la mirada al perfecto rostro apareciendo por la puerta de mi oficina.
Simplemente asiento, al no tener una respuesta adecuada más que un elogio a su imponente presencia.
Tomo mi bolso, colgándolo sobre mi hombro mientras camino hacia él. Mi blusa manga larga color paste
