Mientras los dos caminaban por los pasajes secretos el Arim Raneb comenzó a hablar.
—Mi recuerdo más antiguo y a la vez el más preciado que tengo es el de mi madre, ella murió cuando yo apenas tenía cinco años, aún así mantengo su rostro en mi memoria, el día de su muerte fue... ese día fue el inicio del cambio para mí —Raneb hablaba con tristeza en su voz mientras caminaba sin voltear a ver a Elia, ella intuyo que aún le dolía la muerte de su madre, por consiguiente guardó silencio.
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El día era caluroso como siempre, aunque los mayores decían que en palacio hacia menos calor que afuera, yo no estaría tan seguro.
¿Donde estará mamá? seguro se sentirá orgullosa de que yo haya aprendido los números, me esforcé mucho, después todo me prometió estar conmigo todo el día si lo hacía, además
