Haldor

1598 Palabras
Erick era un chico responsable, muy recto y bien intencionado, su padre era militar, le había enseñado como defenderse, a obedecer, y a prepararse para todo, pero no se esperó lo que vería en su viaje a Haldor. Inmediatamente después de la venta de esclavos Brendan fue con su grupo a la gran caravana que iría a Haldor, Erick fue con el encadenado y resguardado por varios guardias, al llegar a las afueras de la ciudad Erick se percató que él no era el único esclavo que Brendan había comprado, aunque el supuso que lo hizo en otro lugar ya que Erick no vio que compara más esclavos en Felgar. No tardaron mucho en alistarse y partieron rumbo Haldor. Al inicio del viaje Erick estaba tranquilo pero poco a poco su sorpresa fue aumentando, ya que él pudo observar a bestias que nunca había soñado contemplar, seres mitad hombre mitad toro, que pasaban a lo lejos, y aves mitad agila mitad león, que eran llamadas grifos, bastante grandes de hecho, por suerte no se acercaron, los que si se acercaron fueron una horda de hombres grises, deformes y salvajes que atacaron la caravana, pero los guardias y los mercenarios lograron vencer a estos seres, esto dejo estupefacto a Erick, no sabía que pensar, él, como todo el mundo, pensaba que esos eran leyendas, cuantos de abuela, mitos ya olvidados, no algo real, pero lo vio, para el ya nada sería igual desde ese momento, Erik pensó que si esas cosas existían aquí eso significaba que aunque en el futuro no existan debería haber rastros de su existencia, así que no sabía por qué no había registros de estos seres, esto estuvo rondando su cabeza hasta que vio como uno de esos hombres grises se descomponía muy rápido, tan rápido lo hacía que en unos días no veías ni los huesos de ese ser, no entendía el porqué de esto pero eso aclaro una duda. El viaje a Haldor siguió, fue movido y con peligros, otras bestias se acercaron aunque no entablaron un combate con ellas, con los que si entablaron combate fue con una banda de ladrones que lograron vencer gracias a que la caravana estaba en un terreno favorable y los habían visto llegar. Así fue como pasaron días, y en uno de esos días al fin pudieron divisar la ciudad a la que estaban tratando de llegar, la vista era buena ya que estaban en un lugar alto, se podían ver grandes muros, puertas de hierro, y además salía mucho humo de la ciudad por diferentes lugares. Erick diviso una ciudad negra por todas las forjas de la ciudad, todo lleno de hollín, a lo lejos se vio el palacio real, era como en los cuentos de hadas, un gran castillo con torres altas en los costados y el castillo siendo mucho más alto, pero en la cima de algunas torres, había plataformas, esto extraño a Erick—. «¿Por qué tendrían plataformas en la cima de esas torres?» —pensó Erick mirando no solo esa construcción sino las demás. Erick observo también otra construcción emblemática de Haldor, el gran coliseo de gladiadores, de inmensas proporciones, todos los esclavos se quedaron anonadados al ver semejante estructura, menos Erick que había visto dibujos de esa construcción que en su tiempo estaba medio destruida. —No pelearemos ahí, es solo para los grandes eventos, se realizan una vez cada tres meses, y solo los mejores peleadores llegan allí, no solo humanos pelean, hasta bestias mágicas lo hacen —decía un esclavo que trataba de darse de listo, y también porque quería hablar con los demás, pero su plan fue frustrado por uno de los guardias. —Ya cállense todos, ustedes serán entrenados por la casa Trisgren, si tienen suerte podrán llegar al coliseo, si el Rey los ve y los considera dignos, tal vez puedan ser libres, en nuestra casa de lucha solo salen los mejores, así que guarden energías, porque dentro de poco las necesitarán —decía un hombre a caballo que los vigilaba. Fuera de la ciudad había una gran multitud haciendo cola para entrar, muchos eran comerciantes pequeños con grandes mochilas o pequeñas carretas, la caravana de Brando se saltó la cola como si fuera algo natural, nadie reclamo nada, ya que al ver el emblema que llevaban algunos de los guardias que estaban a caballo desistieron de tal intento.  Brandon se acercó a uno de los porteros le dio algo y toda su caravana paso antes que cualquiera. Erick ya dentro de Haldor observo la ciudad con detenimiento, solo al entrar pudo percatarse de cuan pronunciadas eran las pendientes de la calle, y de lo alto de estas el hollín caía como copos de nieve negra manchando todas las casas y la calle, a pesar de que él creía que como estaban en el pasado habría basura y suciedad como en Felgar, la verdad era que todas las calles estaban limpias a excepción del hollín que manchaba todo, las personas que andaban por las calles llevaban telas recubriendo sus rostros, algunos solo una tela que cubría nariz y boca, y otros que cubrían toda su cabeza dejando solo los ojos a la vista, aunque Erick pudo divisar a una persona que tenía un tipo de tela semi transparente que también cubría sus ojos. —«¿Esa forma de vestir será por el hollín o por algo cultural?» —se preguntó Erick al ver todo aquello. A parte de eso la ciudad estaba activa con muchos vendiendo diferentes tipos de artículos, sobre todo elementos metálicos, era tal el metal que Erick veía que hasta las decoraciones exteriores afuera de las casas que pudo observar mientras pasaba con el grupo de Brendan eran de metal. Recorrieron una buena parte de la ciudad hasta que llegaron a un terreno muy grande, los muros eran altos, se extendían a lo largo de varias calles, y no dejaban ver lo que había dentro, el logo en la entrada de la puerta principal indicaba que era ese lugar, la sede de la casa Trisgren. Cuando los guardias guiaron a todos los esclavos a bajarse de las carretas y entrar a la sede, al entrar por la gran puerta principal de hierro de enormes proporciones, los esclavos pudieron ver que dentro era aún más grande de lo que parecía desde afuera, el suelo era de tierra y otras partes de arena, había armas de entrenamiento repartidas por todo el campo, también escudos, armaduras, otros tipos de protección, y todo eso en un gran patio donde yacían más de 300 personas entrenando, habían grandes rejas alrededor del patio además del muro, y esas rejas tenían pinchos, sería difícil escapar, además a los lados del gran patio Erick observo que habían habitaciones de madera, eran construcciones simples, como era evidente estas habitaciones fueron hechas para los esclavos sin ninguna restricción o barrotes que detengan su entrada o salida, ya que con las rejas tan altas y con tantos pinchos no era posible salir de allí escalando, así que no se preocupaban de poner restricciones en las habitaciones, al fondo de todo había una casa muy grande, Erick primero pensó que era del dueño, pero luego entendió que eso no era posible, lo atacarían los esclavos si fuera así, entonces comprendido que debía ser un lugar para los mejores luchadores. —Bienvenidos futuros peleadores de la casa Trisgren, como pueden ver este es el lugar donde entrenaran, comerán, lucharan, y dormirán, de inmediato les diré las reglas, nada de tratar de escapar, nada de matar a sus compañeros, nada de atacar a los instructores, por supuesto entrenaran todos los días hasta que se les llame, mientras más peleas hayan ganado, más privilegios tendrán, hoy es el día en el que se les probara, luego determinaremos a que rango pertenecen, hay tres rangos que los recién llegados pueden alcanzar, principiante, aspirante y experto, espero que tengan suerte —decía el jefe de los guardias que había viajado con ellos desde el principio, lo dijo con voz fuerte e intensa a todos los luchadores y esclavos. Justo después de que el jefe de los guardias terminara de hablar, diez personas se acercaron al grupo de los recién llegados, viejos llenos de cicatrices, muy fríos y serios, eran los entrenadores que iban a evaluar a los veinticinco nuevos esclavos, les dieron a escoger armas, Erick no tomo ninguno, esto no extraño a los entrenadores, ya que tenían algunas personas que peleaban sin armas, los entrenadores se dividieron, agarraron a varios formando grupos, los llevaron a los montículos de arena para entrenamiento y al llegar comenzaron a pelear con los nuevos en combates uno versus uno, solo tres lograron alcanzar el rango de aspirantes antes de que Erick demostrara sus habilidades. El entrenador que llamo a Erick, a pesar de ser viejo y que estaba subido de peso, se veía como alguien imponente, la musculatura del viejo era prominente y por la forma en la que se paraba podías darte cuenta que tenía mucha experiencia en combates. Cuando Erick estuvo en posición de pelea el entrenador le lanzo un tajo simple para ver como reaccionaba, Erick esquivo la espada del entrenador que lo probaba con mucha facilidad, ni siquiera tuvo que moverse mucho, fue muy sutil, y al esquivar Erick aprovecho esto para adentrarse en el rango del entrenador empujando a este con gran suavidad mientras ponía una pierna detrás de la suya, el entrenador cayó al suelo, todos quedaron sorprendidos por esta en apariencia simple demostración le dieron rango experto, pero esto recién empezaba.   
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