Tras escapar por poco de esas criaturas come humanos Elia y Raneb se dirigieron hacia una zona no muy concurrida, Elia siguió a Raneb, sus ojos estaban cerrandose por lo haber dormido bien el día anterior, y además ese día no había dormido tampoco y era ya muy de madrugada, caminaba con desgana y con un poco de tambaleó. —No te preocupes Elia, solo un poco más y estaremos en un lugar seguro —Raneb decía esto mientras parecía completamente bien, por los poderes del Fénix inmortal el podía aguantar mucho más tiempo despierto que una persona normal, de hecho podía estar despierto lo que quisiera, pero el sabía por instinto que eso no le haría bien, además sus heridas ya habían sido curadas al completo. Los dos caminaron por las calles que se hacían cada vez más sucias además de que las cons