Luego de haber conversado con el primer Arim, Elia estaba empezando a creer que debía conocer más de su entorno, para así poder moverse con más soltura en ese ambiente, por ello decidió conversar con los sirvientes que estaban en el palacio. Pero acercarse a ellos sin más hubiera sido improductivo, por ello decidió hacerles obsequios. Fue conociendo el palacio de la luna creciente mientras buscaba los lugares donde podría obtener materiales para sus regalos. El palacio en si no era muy grande como ella ya sabía, pero al verlo más de cerca pudo darse cuenta de la magnitud, los techos eran realmente altos, de varios pisos de altura con aperturas que dejaban entrar no solo la luz sino también el aire que refrescaba el palacio. Los adornos en las paredes y suelo estaban todos finamente tr