Después de la cena nos trajeron vino. Le di pequeños sorbos a mi copa mientras conversábamos, como mi vida hasta la actualidad era patética y aburrida incite a Julio a que él me hablara de la suya, desde el tiempo en que habíamos dejado de vernos.
Por supuesto la idea no le agrado, él no era el tipo de persona que le gustaba vanagloriarse y presumir del rumbo de su vida, pero hasta ese momento me intrigaba como había hecho sus millones y que había hecho con tanto dinero.
—No suelo responder cuando me preguntan sobre mi vida—expreso pasándose la mano por la nuca, apenado—pero, ya que se trata de ti, te lo diré.
—Menos mal—me burle soltando una pequeña risita, me gustaba saber que por mí hacía excepciones, pero me pregunte a cuantas mujeres le habría dicho lo mismo. Julio rio divertido po
