El silencio fue abrumador cuando llegamos al edificio, no quería bajar, no quería hablar con él, el valor que habia sentido se fue desvaneciendo conforme nos acercábamos a la privacidad que nos ofrecía. —Ven—dijo extendiendo su mano hacia mí. La mire por un segundo, me pareció ofensivo e hipócrita que quisiera tocarme después de lo que habia visto. Suspire, si debia hablar con él lo haría sin perder el control y mucho menos mi dignidad. Sali del auto por el otro lado, cruce los brazos y camine sin voltear a verlo, fije la vista en el camino y entre al edificio desde el estacionamiento. Escuche su voz darle una orden a Mario y luego sus pasos detrás de mi. Subimos las escaleras y llegamos al primer piso para des pues tomar el ascensor, me arrincone sobre una esquina, cruce los brazos y t