CAPITULO 12

1167 Palabras
ABEL —Señor Vlarios…. ¡Señor!... Mis ojos se movieron por instinto ante el llamado de mi nueva secretaria por la cual había sacado a Lea. Es hermosa y sensual y claramente sé que podría cumplir con mis expectativas en todos los sentidos, pero lo que pasó anoche, creo que me excedí, pero lo más raro es que me gustó. El beso y el deseo de sus labios eran algo que no había sentido con otra mujer, fue malditamente caliente, tanto que me dejó con una enorme erección que no pude quitarme ni con dos masturbaciones. —¿Qué quieres? —Bueno, me prometió explicarme personalmente mi trabajo aquí —su sonrisa era seductora en verdad, el escote de su blusa es lo suficientemente abierto para que yo tenga una buena vista de sus senos —Así que estoy lista para aprender. El teléfono suena y cuando ella se sienta sobre mis piernas tomo la llamada, acaricio su trasero y lo palmeo con una sonrisa, pero de inmediato me pongo de pie cuando me dicen que es de la academia y que se trata de Violet. “¡Mierda!”. Salí enseguida para a la academia y cuando llegué mi mente imaginaba lo peor, que estuviera herida o peor aún y si eso pasa, todo se vendría abajo, ella no tiene nada que perder si renuncia, pero yo perdería todo incluyendo mi reputación. —Por favor, señora, cálmese... —¡Fuera de mi camino! Ella venia echa una fiera, estaba tan furiosa que ni siquiera me miro hasta que la detuve algo que fue un error cuando vi la ira en sus ojos indicándome que se largaría si su hija sufrió algún daño. Juntos fuimos con el director quien nos esperaba en la entrada del edificio. —¿Qué le pasó a mi hija? ¿Cómo esta? ¿Qué le hicieron? Estaba tan nerviosa que ni siquiera tuve oportunidad de decir una palabra. —Querrá decir lo que ella hizo. —¿Eh? ¿Qué quiere decir con eso? —Síganme. Nos llevó con Violet, y cuando nos vio me quede aún más confundido porque no tenía ni un rasguño, bueno si tenía uno, pero era solo una herida abierta en la comisura de sus labios. Lea corrió hacia su hija y la abraza aliviada al ver que estaba bien. —No entiendo. —dije confundido. —Señor Vlarios. Su hija se le encontró infraganti golpeando a uno de sus compañeros y bueno… el niño resultó con una fractura en el brazo izquierdo, algo increíble de creer si no fuera porque su maestra la encontró en el baño de niños dándole patadas en el estómago al resto de los niños. —¿Q–Qué? ¿Enserio ella hizo eso? Íbamos de camino a casa, Violet iba en silencio mientras su madre la toma de la mano para que hable con ella, le envié un texto al chofer para que se detuviera en el restaurante de comida china, al llegar le dije a Lea que fuera a ordenar mientras yo llevaba a su hija a la farmacia para desinfectar su herida en el labio. Aunque en realidad no era por eso. Al estar a solas, le quite los guantes de las manos, ladeo una sonrisa al ver que el director no mentía cuando dijo que tenía heridas en sus nudillos. —¿Me dirás lo que pasó o quieres que tu madre sepa lo que pasó allá? —Ellos empezaron, —habla molesta —Me sacaron del baño de niñas y me llamaron fenómeno por mi color de ojos, yo no soy como mi madre, jamás dejaré que un hombre me humille o me lastime —sonríe, pero de una forma escalofriante —Y eso que me faltó otros, pero lo terminaré. —No puedes causar más problemas como este. —Yo no lo empecé —se cruza de brazos —Pero si lo voy a terminar. —No vas a terminar nada, ¿entiendes? —la obligo a que me mire a la cara —Escucha, nuestro acuerdo es que te daría el mejor de los estudios, no protegerte de las estupideces que hagas tú y eso aplica para tu madre. —Nunca he necesitado que me protejan ni a mí y mucho menos a mi madre. Ella salió del auto cubriendo sus manos, es claro que me está ignorando y que le importa una mierda lo que yo le diga. Al principio creí que esto sería pan comido, pero ahora me estoy dando cuenta de que no será así. Las cosas se calmaron por ahora, para ellas, en cambio yo recibí múltiples llamadas de los padres afectados por sus hijos. La niña se mantuvo en silencio y claro que su madre también, y es mejor para ellas que sea así porque me están dando demasiados problemas cuando esto apenas viene empezando esta farsa. “Si esto es así empezando, no quiero imaginar lo que vendrá después” Llegamos a casa y al salir del auto recibo una llamada de la oficina así que me quedé atrás para tomarla. —De acuerdo, la reunión será para mañana entonces. Al colgar la llamada escucho muchas voces infantiles adentro, fue confuso pero los gritos de varias mujeres me alertaron de que las cosas estaban están fuera de control así que entré corriendo a la casa llevándome la gran sorpresa de ver a Violet peleando con uno de mis sobrinos. —¡Pero que diablos pasa aquí! —Se te hizo mas fácil enviar a otros a golpearme. —dijo Violet furiosa —Porque no vienes y me enfrentas tarado. —¡Violet! —reprende su madre e intenta llevársela a su habitación pero se suelta de su agarre —¡Maldita sea no te quedes ahí y has algo! —me grita ella rabiosa. —¿Yo? —dije confundido —¿Y por qué? Me mira de una forma asesina haciéndome recordar que soy su padre falso. La hago que me mire a la cara y le susurro que deje esto así yo me encargaría. —Mientes. —Tú no eres de esta familia. Eres una cualquiera como tu madre que buscan la fortuna de mi familia. Volteo y miro a mi sobrino de trece años, lo peor es que sus padres no le dicen nada porque tienen la misma opinión de él ya que de alguien tuvo que escuchar esas palabras y quien más que mi hermano menor. —¡Benjamín!... Antes de que hablara Violet me empuja retándolo a repetir lo que dijo y él lo hace y la golpea en mis narices, no lo dejaría pasar y cuando lo tomo del brazo Violet le dio un puñetazo en la cara haciéndolo gritar de dolor. —¡Mi nariz!... —llora cuando debería ser Violet la que llora por golpearla en la nariz —¡Mamá mi nariz!... —Mi madre no es una zorra como la tuya. —¡Mocosa como te atreves!
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