Cuando la clase terminó, Christopher sin perder tiempo, se sentó a mi lado.
Me miró completamente enrabiado, mientras yo miraba hacia adelante como si nada… qué raro, cuando no pensaba en lo mucho que lo odiaba, me era completamente indiferente, hasta ya no le tenía miedo.
—Hija de papi… eres demasiado mimosa e insoportable —musitó él con voz helada.
Parpadee dos veces ante aquella frase tan fuera de un tema que ni siquiera llevábamos a cabo y decidí mirarlo. Fruncí muy ligeramente el ceño y sonreí de lado.
—No soy ninguna de esas cosas, solo soy enemiga de un pseudo-violador mafioso pervertido y ridículo que tiene más ego que ideas.
Él frunció el ceño, como si estuviera sorprendido de que no le gritara ni nada, vaya… así que, ¿de esa forma también podía obtener mi venganza? Mmm... I
