Leandro salió del hospital sintiéndose impotente ante la situación de su hijo, él daría su vida a cambio de cualquiera de los mellizos. Mandó a llamar a todos los hombres más importantes de la mafia italiana y a su mayor aliado, su yerno, para atacar a los rusos, iba a demostrarles que pasaba cuando se metían con lo más importante para él. Sus manos estaban sedientas de sangre y no querían cualquiera, no, quería y ansiaba la sangre de la jefa de la mafia rusa. —Llévame a la mansión —le ordenó al chofer cuando entró al auto, estaba ansioso por saber quien era el traidor que filtró la información de su hija. Era otra persona que quería muerta por meterse con ellos. —Si, señor El camino a su casa nunca se sintió tan largo como ese momento, la vida lo estaba golpeando con la situación d