Ha sido la mujer más valiente del mundo. Según me ha explicado la enfermera; llevaba cinco horas de trabajo de parto antes de que la ingresaran a la sala y allí a pesar del cansancio ha dejado todo de ella para que nuestras hijas nacieran. Es que sigo repasando en mi mente el momento donde el doctor nos trajo por primera vez a nuestras hijas y no puedo parar de sonreír. Silenciosamente me paro del sofá para no despertar a mi esposa quien por fin consigue dormir algunos minutos y voy hacia las cunas donde están Alma e Indiana. Las observo dormir plácidamente en esta madrugada del 30 de abril y no puedo dejar de sentirme el tío con más suerte. El sostener su mano durante el parto, y el decirle que ella era mi universo ha sido lo más bonito que he hecho en mi vida. Me sentí parte de su dif