47— Incertidumbre

1114 Palabras
Hoy definitivamente ha sido un dia importantísimo. Tan solo el piano y yo hemos sido los encargados de dar un pequeño adelanto de lo que será el próximo disco. Tenía tantas ansias, pero a la misma vez tantos nervios, que cuando termine de tocar y escuche los aplausos de los presentes sentí un gran alivio. Me hubiese encantado que ella estuviera aquí. Sin saberlo cuando escribí las canciones hay una que escribí para ella. Es tan extraño que sin planearlo ella haya hecho que cada palabra de esa canción cobrara vida, pero sé que el amor actúa así; a su antojo. Despues de almorzar con Hope y Rodiner los tres vamos a nuestra reunión con el gerente de marketing de Warner para ultimar detalles de la fecha de lanzamiento del primer single, aunque estamos pensando en lanzar dos al mismo tiempo; aun no estamos cien por ciento seguros de ello. Una vez finalizada esa reunión, nos reunimos con otro de los directivos y esta vez la exigencia es que comencemos a rodar el videoclip de la canción lo mas pronto posible. Escucho a todos hablar y acordar fechas, y yo solo puedo pensar en ella. Claro que quiero lanzar el nuevo disco porque es el resultado de largas y agotadoras horas de trabajo, pero también quiero estar con ella.  Ya una vez finalizados todos mis compromisos laborales, voy rápidamente a la habitación para cambiarme y poder disfrutar aunque sea un poco del mar. Una vez que ya estoy listo, busco mi móvil y decido llamar a mi esposa, pero por alguna razón ella no contesta. Me imagino que debe estar ocupada en reuniones y sobre todo si hoy se leía el testamento de su padre. [...] Estoy tumbado sobre una de las tumbonas que hay en la playa privada del hotel y realmente puedo relajarme de esta manera. Siempre me tenso a la hora de tener que presentar canciones por primera vez. Tengo la impresión de que a mi hermosa familia musical le gustara. En mi mente estoy haciendo un viaje por todas las distinta posibilidades que podre afrontar cuando salga el disco, pero mis pensamientos se ven interrumpidos por un mensaje de Hope. **Pablo, en dos semanas debes estar en Madrid para la sesión de fotos del disco y el rodaje del videoclip. Ya me puse de acuerdo con tu hermano y el fotógrafo. ¿Dónde andas metido?** Perfecto... mi hermano se ponen de acuerdo con mi hermano, pero a mí ni me preguntan. ¿Acaso no se supone que yo soy el cantante? A veces creo que hay cosas que se hacen sin consultarme y estoy comenzando a creer que debería ser un poco más firme, pero también se que todos quieren lo mejor para mi y para mi carrera. **Vale Hope, pero la próxima consultarme, ¿sí?** Le respondo y cuando estoy por dejar el móvil sobre la tumbona recibo una llamada de la mujer que me trae loco. —¡Mi amor! Digo apenas contesto la llamada sin darle tiempo de nada. —Hola rubio. Responde con la mejor disposición, pero sé que algo no está bien. —Cariño, ¿Qué sucede? Pregunto algo preocupado. —No, primero dime tú como te ha ido. Pensar que yo creía que era egoísta... sí que me he equivocado. —Me ha ido muy bien. Les ha encantado, pero no sabes lo mucho que me hubiese gustado que tú estuvieses aquí amor, te extraño como un loco. —Rubio, no lo tomes a mal, pero tú ya estabas loco antes de conocerme. Dice y sé que está haciendo su mayor esfuerzo. —Tú me has empeorado... sobre todo ahora que estas lejos. Digo y sé que debo de sonar como un tonto enamorado. —Pablo, de eso tenemos que hablar... —¿De qué cariño? Pregunto preocupado. —Hoy han leído el testamento de mi padre como sabias. Comenta y no dice nada más. —Sí recuerdo... ¿Y cómo ha ido? —Amor, soy la única heredera de mi padre. Me ha dejado todas sus propiedades personales, su dinero, en fin todo... y todas sus acciones en la empresa. Me dice casi como si eso fuera una mala noticia. —Era algo de esperarse, ¿no? Después de todo eres su única hija. Tú me habías dicho eso cuando nos conocimos. Le explico confundido. —Sí, pero no tenía pensado que ocurriría tan pronto y mucho menos que su decisión afectara mi vida de la manera que lo está haciendo. Me dice y noto que esta triste. —No entiendo cariño... —Pablo, soy dueña del 60% de sus acciones más el 15% que ya yo tenía... Soy la socia mayoritaria y tengo que hacerme cargo de todo porque hay muchísima gente que depende de mí para poder alimentar a sus familias. No me gusta nada lo que estoy escuchando... —Cariño, ¿Qué me estas queriendo decir? Pregunto en casi lo que es un susurro. La escucho suspirar al otro lado de la línea y sé que no es de amor precisamente. —Que no puedo regresar a España contigo. Que no se cuanto tiempo tenga que estar aquí... que no quiero que tu dejes tu carrera por mí, pero que yo tampoco puedo simplemente irme y hacer de cuenta que nada está sucediendo. —¿Me estas queriendo decir que te quieres separar de mi? Pregunto con temor y con mi corazón latiendo fuerte a causa del miedo que tengo que su respuesta sea positiva. —No lo sé Pablo. Yo en este momento no puedo tomar más decisiones, estoy en la oficina que fue de mi padre encerrada intentando entender todo lo que está sucediendo e intentando hacer que las acciones no se desplomen y que ninguno de los inversores pierda dinero y menos que a causa de eso tengamos que despedir gente. Soy una hija que ha perdido a su padre y estoy intentando velar por todos los que dependen de mi. —Cariño, yo se que estas triste y muy asustada por todo lo que está sucediendo y de verdad que me encantaría poder ayudarte, pero no tengo ni idea de cómo hacerlo. —No Pablo, tú no tienes que hacer nada por mí. Solo no dejes que esto arruine tus sueños. —Pero mi sueño también es estar contigo. Le interrumpo. —Y el mío, pero en estos momentos ambos tenemos otras prioridades... —¿Y nosotros qué? Pregunto angustiado. —No lo sé Pablo... No sé como pueda funcionar todo esto bajo estas circunstancias... No debimos de habernos enamorado. Ambos sabíamos que esto sucedería tarde o temprano. —No, no me digas eso... —Pablo, no doy más... no quiero lastimarte, pero de verdad que necesito poner mi mente en orden. Me están sucediendo muchas cosas y todas juntas... —Lo entiendo. Hagamos algo, no tomemos ninguna decisión aun. Deja que regrese a Los Ángeles pasado mañana y conversamos de esto bien, ¿sí? No estoy dispuesto a dejar que todo esto se termine de esta manera. —Esta bien, hablaremos cuando regreses. Accede. —Te amo. —Y yo a ti Pablo. Me dice y termina la llamada dejándome lleno de incertidumbre.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR