Después de una noche de hacer las paces en aquella habitación y seguir llegando a algunos acuerdos; hoy seguimos disfrutando de estos días pocos días de paz que nos quedan. Ya su agenda y la mía están llenas de compromisos; la mayoría juntos, pero alguno que otro nos tocara afrontarlos solos. —Rubio, ¿seguirás caminando con es botella de agua por todas partes?— Me pregunta entre risas. —Sí, no quiero que te me vuelvas a desmayar. Además, debes mantener a nuestros hijos y a ti hidratada.— Le digo serio. Se detiene en seco en medio del casino y me mira seria. –Guapo, estoy confundida.— Dice de la nada y levanto mis cejas como preguntándole que trama. —¿Confundida?— Pregunta y ahora el confundido soy yo. Me mira de manera sensual y da dos pasos hacia mí. Juro que tendría que ser actriz;