—¿Qué me tienen que decir?— Le pregunta y esos ojos azules como el mar, nos miran llenos de preguntas. Es verdad que la niña es bastante pequeña, pero tengo la sensación que la situación que ha vivido con su madre la han hecho crecer más rápido. Mi esposa me mira y puedo ver sus nervios en sus ojos. –Princesa, a Pablo y a mí nos encantaría adoptarte para que formes parte de nuestra familia.— Le dice finalmente mientras acaricias su corta y rubia cabellera. —No entiendo... ¿serian mis papis?— Le pregunta y no sé como estoy aguantando estas ganas de abrazarla que tengo. —Sí, serias nuestra hija. Tu sabes que yo te amo muchísimo, ¿no?— Le pregunta y veo lo buena madre que será. —Sí, y yo a ti.— —Nada me gustaría más que fueras mi hija del corazón y poder estar contigo en cada paso. Pabl