Yenni se me acerca, al dejar a Jared bailando con la odiosa mocosa. Y yo voy soltando poco a poco la presión de mis dientes de la rabia. — ¿Te gusta? –me pregunta La rubia con un sexy vestido rosa y unas orejas de conejo sobre su cabeza se limita a mirar a la pelinegra con un gesto de “lo sé todo” plasmado en su rostro. — Tus antenitas están fallando demasiado, haz perdido el don –bromeo cambiando mi humor para aparentar estar bien. — “Ojo de loca no se equivoca” y esa carita no me engaña –suelta como si nada, con una risita tonta que me retuerce los intestinos — Es solo una mocosa inmadura y bastante torpe –afirmo — ¡Sí claro! Y con tu encantador carácter cuidarás de ella –agrega con sarcasmo-, en fin, es tu problema hermanito –toca mi hombro y avanza por el lugar bailando de

