[AZIEL]
Las yemas de mis dedos se deslizan por el perfil del rostro de Mateo mientras que un nuevo orgasmo nos consume, y mi única reacción es besarlo como si de su boca dependiera mi vida entera. Su jadeo me hace sonreír y tan solo puedo dejarme colapsar sobre él tratando de recuperar el aliento. Siento sus manos en la parte baja de mi espalda y su beso errante en mi cuello generando una nueva corriente eléctrica en mi ser —Que orgasmos más deliciosos me haces vivir— Lo escucho decirme al oído y me muerdo los labios instintivamente.
—Tú también me haces vivir los mejores orgasmos de mi vida— Le confieso y ahora soy yo quien lo besa, pero en el hombro sin movernos de esta reposera.
—Mi españolita bella— Murmura divertido y debo acomodarme mejor para mirarlo a los ojos.
—¿Cómo me has ll
