[AZIEL] Mateo amarra mis piernas a sus caderas mientras que cierra la puerta principal de la casa, y su manera de manipularme tal y como si yo no pesara nada me hace sonreír —Fue un muy buen concierto— Comento sobre sus labios mientras que escucho el ruido de las llaves cayendo en el suelo. —Demasiado bueno, pero esto estará mejor— Responde y vuelve a besarme con urgencia. Mis manos desabrochan los botones de su camisa mientras que su lengua y la mía se enredan en un baile que nos provoca todavía más. No tengo idea de donde me esta llevando porque tan solo puedo concentrarme en sus besos y esa mirada profunda que por momentos se clava en la mía —Llegaras tarde a tu junta mañana— Bromeo. —No te preocupes por eso— Rebate y de pronto siento algo frio en mis muslos. Cuando miro a nuestro