Los días han sido más complicados para mí desde que Theo me ignora por completo, sólo me dirije la palabra para las cosas necesarias, me siento furiosa y frustrada conmigo por no hacer nada al respecto, pero tengo miedo dañar a sus hijos con mis inseguridades, no quiero exponerlos con mi trabajo y mucho menos, ilusionarlos si no estoy segura de entregarme por completo. —¡Quiero café! —le grito a Jen desde mi oficina y Scott me mira alzando una ceja —¿Qué? —le pregunto. —Con un café te pondrás peor —responde—. Es mejor que tomes un té —sugiere. Jen entra a la oficina y trae una taza en las manos. —Aquí tienes tú café, vuélveme a gritar y te quedarás sin asistente —amenaza molesto. Scott se pone de pie y sale detrás de Jen. Me cubro la cara con las manos, es cierto que estoy demasiado i